Las autoridades irlandesas investigan las afirmaciones de los gestores del navegador Brave, que aseguran que Google, a través de páginas web secretas, obtiene millones de datos personales de sus usuarios que posteriormente comercializa.
En particular, desde Brave aseguran que Google, a través de páginas ocultas, intercambia información personal de los usuarios (como ubicación o datos de navegación) con anunciantes, generando una ventaja competitiva en dichos anunciantes y sin cumplir con las exigencias del RGPD y el resto de normativa de protección de datos.