España sale de la lista negra sobre falsificaciones elaborada por el Gobierno de Estados Unidos.
Por primera vez desde 2017, España ha salido de la lista negra Notorious Markets List 2020 (NML), un informe elaborado por el Departamento de Comercio del Gobierno de Estados Unidos (el «USTR», por sus siglas en inglés) en el que se recogen los principales mercados físicos y digitales del mundo considerados responsables de la venta de falsificaciones y/o piratería y que suponen una amenaza para el comercio con Estados Unidos por producirse infracciones de propiedad intelectual e industrial a gran escala.
Después de tres años consecutivos incluyendo al mercado de «La Jonquera» (en Gerona) como uno de los principales puntos negros de falsificaciones más grandes de Europa, al ser popular entre los turistas y por constituir un punto fronterizo entre España y Francia, finalmente, este municipio ha sido sacado de la lista negra. Como señalan las autoridades estadounidenses, los mercados pueden dejar de aparecer en la NML por diversos motivos, entre los que se incluyen que las actividades se hayan visto reducidas en muchos mercados físicos debido al descenso del turismo causado por la pandemia, que la importancia o popularidad del mercado haya disminuido o que los operadores cooperen con los titulares de derechos o con las autoridades gubernamentales para hacer frente a las infracciones. No obstante, el USTR los continuará supervisando y podrá reevaluarlos para el caso de que reaparezcan las actividades infractoras.
Además, el informe 2020 Notorious Markets incluye por primera vez una sección que aborda el papel de las plataformas de Internet para facilitar la importación de productos falsificados y pirateados a los Estados Unidos. Según se informa, la importación de productos falsificados y pirateados perjudican no solo a la economía estadounidense al socavar la innovación y los derechos de propiedad intelectual de los titulares, sino también a los consumidores estadounidenses. La lucha contra la piratería y las falsificaciones requerirá un esfuerzo tanto del gobierno como de las empresas que participan o facilitan la falsificación sustancial de marcas comerciales y la piratería beneficiándose de la venta de dichos productos.