El Metaverso, un mundo de posibilidades, pero también de riesgos

Desde el rebranding de Facebook y la actualización de su nombre a “Meta” no ha dejado de hablarse del motivo de dicho cambio: la nueva orientación de la compañía a la creación del llamado “Metaverso”

Antes de entrar a valorar las ventajas y desventajas de este nuevo paradigma para empresas e individuos, es necesario responder una sencilla pregunta: 

¿Qué es el Metaverso?

El Metaverso es un mundo virtual al que nos conectaremos utilizando una serie de dispositivos similares a los de realidad virtual, y que nos harán sentir que realmente estamos dentro de dicho mundo, posibilitando que interactuemos con los elementos del mismo como si fuera el mundo real.

La idea detrás de este concepto es la creación de un espacio que, en muchos modos, pueda llegar a sustituir el mundo real, y es que este mundo se plantea como un lugar donde los individuos puedan realizar casi cualquier acción sin necesidad de salir de casa. Y es que no solo Meta (Facebook) se está empezando a plantear este Metaverso, sino también otras grandes compañías como Disney, que están buscando desde crear un negocio virtual donde poder vender productos (imaginemos un Amazon, donde puedas ver los productos en 3D en lugar de en una foto), a acudir a reuniones de trabajo, en las que todos los convocados puedan aparecer virtualmente en la misma sala e interactuar entre ellos, o asistir a un conciertos virtuales sin salir de casa, entre otras muchas ideas.

Es necesario reconocer el claro potencial que estas ideas (de momento, muy lejanas) plantean, ya que permitirán la digitalización total de la sociedad, incluidos muchos trabajos, que empezarían (o eso se pretende) a prestarse sobre el propio Metaverso.

Sin embargo, esta digitalización total también tiene mucho potencial para generar graves inconvenientes y perjuicios para los individuos, entre los que nos gustaría destacar los siguientes:

Publicidad invasiva

Actualmente la Unión Europea esta revisando la normativa sobre cookies, especialmente las relacionadas con la publicidad programática, debido al impacto que las mismas pueden tener sobre los interesados. De igual forma, Google esta planteando el lanzamiento de sus herramientas cookieless, también en el afán de proteger a los interesados de los rastreos que estos dispositivos permiten.

Sin embargo, ahora tenemos la propuesta de Metaverso, que parece que estará liderada por una empresa cuya financiación históricamente ha tenido el origen en el uso de datos de sus usuarios para la realización de generación y emisión de publicidad personalizada, y cuyo objetivo es la creación de un mundo virtual en el que, básicamente, podrá captar absolutamente toda la información que desee de los usuarios y donde incluso podría llegarse hasta el punto de medir el tiempo que el usuario dedica a observar algo para analizar su interés en ese producto o similares. 

Y no solo hay que tener en cuenta la posible venta de los datos recopilados a terceros para los anuncios, sino la capacidad de incorporarlos conforme el usuario “navega” por el Metaverso, posibilidad que puede ser mas o menos invasiva según se desee por quien desarrolle el mismo.

Es cierto que Meta ha anunciado su intención de crear una herramienta teniendo pleno respeto por la privacidad de los usuarios, pero la tendencia actual de la empresa, y la imagen generada hasta el momento, hacen que estas inquietudes sean un elemento que debe tenerse muy cuenta a la hora de valorar los riesgos de esta nueva iniciativa.

En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que este nuevo Metaverso supondrá, con total seguridad, un cambio radical en la industria publicitaria, que deberá estar preparada para adaptarse a los nuevos medios de recolección de datos y generación de publicidad, que estará controlada por Meta, si desean seguir siendo competitivas en su sector.

Pérdida de control de los datos personales

En relación con lo anterior, el hecho de que toda acción realizada por los individuos esté de algún modo monitorizada por el sistema (debido a los dispositivos que será necesario usar para poder conectarse a este Metaverso) supone una pérdida de control enorme sobre los propios datos personales, y puede dar lugar a una serie de abusos por parte de la empresa gestora del Metaverso y terceros con los que esta comparta los datos, ya que permitirán conocer muchos aspectos de la persona física, incluidos aspectos sensibles como, por ejemplo, su estado de salud o forma física, que podrán ser usados por terceros para sus propios fines (imaginemos una aseguradora que tenga acceso a estos datos para conceder, o denegar, un seguro de vida o salud). 

Si bien es cierto que esto ya puede ocurrir con dispositivos que existen actualmente, como las pulseras o relojes inteligentes que miden el ritmo cardíaco y actividad física, los nuevos dispositivos que se creen supondrán (o deberán suponer, de cara a garantizar la seguridad de los usuarios) una monitorización a una escala mucho mayor de la actividad del usuario.

Desinformación, manipulación y ciberdelincuencia

Uno de los riesgos más importantes que existen actualmente en Internet es el uso del mismo y la información que contiene con fines de manipulación de la audiencia y su desinformación, además de los casos cada vez más frecuentes de “delitos informáticos”, delitos perpetrados a través de internet, donde se suplanta la identidad de terceros, se roba su información, etc.

En un mundo completamente digital, como sería el Metaverso, las posibilidades para realizar estas acciones se multiplican en tanto en cuanto las herramientas de este espacio, que se plantea un lugar donde cualquiera puede crear las cosas a su gusto, desde su espacio, a su nombre o su propia apariencia, lo facilitarían enormemente. Además, si el Metaverso se convierte en aquello que Meta quiere que sea (un sustituyo del mundo real, en muchos aspectos) implicará que el usuario dependa en gran medida de la información y herramientas que el mismo contenga, y cualquier alteración de estas, o falta de disponibilidad de las mismas, supondrá un perjuicio enorme para los interesados.

Conclusión

Aunque es pronto para analizar cómo van a desarrollar las empresas el nuevo Metaverso y concretar las ventajas y riesgos que el mismo pueda implicar, es necesario que todos, tanto las empresas como los usuarios, empiecen a plantearse sus inconvenientes (las ventajas serán publicitadas largo y tendido por los desarrolladores del mismo) de cara a saber cómo actuar cuando empiece a tomar forma, y a que la decisión de incorporarse al mismo o no pueda estar basada en un conocimiento, no total, pero sí suficiente, de lo que dicha decisión puede conllevar para nuestro negocio y el impacto para nosotros como individuos, tanto a nivel de nuevas posibilidades como a nivel de descontrol de nuestros datos.

Enrique Extremera Maestro, Head of Privacy, Legal Army

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