<strong>ChatGPT pone de manifiesto la necesidad de una nueva regulación para la IA</strong>
La enorme popularidad y el rápido ascenso a la fama del chatbot ChatGPT ha provocado que el jefe de industria de la Unión Europea, Thierry Breton, se pronunciase sobre la necesidad de nuevas reglas para regular la inteligencia artificial en la Unión Europea.
En particular, las propuestas buscan hacer frente a las preocupaciones sobre los riesgos en torno al chatbot de OpenAI y la tecnología de inteligencia artificial, en general.
ChatGPT, la nueva sensación en las redes, es capaz de realizar una amplia variedad de tareas, desde redactar ensayos hasta chistes e incluso poesía. La aplicación ha alcanzado un nuevo hito, siendo la de mayor crecimiento de la historia.
Los temores asociados a esta nueva tecnología pasan por la proliferación de plagios, el fraude, así como la propagación de datos falsos o erróneos.
Consecuentemente, este fenómeno revela la necesidad de una regulación moderna, adaptada a los nuevos escenarios que plantea la inteligencia artificial y las aplicaciones derivadas de la misma. En la actualidad, las instituciones de la Unión Europea estudian las reglas que servirán de marco legal para esta tecnología.
En palabras de Thierry Breton, “las soluciones de IA pueden ofrecer grandes oportunidades para las empresas y los ciudadanos, pero también pueden plantear riesgos. Es por eso que necesitamos un marco regulatorio sólido para garantizar una IA confiable basada en datos de alta calidad.”
El jefe de industria de la Unión Europea desea que OpenAI colabore con los desarrolladores de sistemas de IA para facilitar su cumplimiento con propuesta de normativa en materia de inteligencia artificial.
De acuerdo con el proyecto de las reglas de la Unión Europea, ChatGPT es considerado como un sistema de inteligencia artificial de propósito general. Lo anterior implica que ChatGPT puede ser utilizado con una pluralidad de propósitos, incluyendo los de alto riesgo (p.ej.: la calificación crediticia).
En la actualidad, la Comisión Europea colabora estrechamente con el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo para aclarar las reglas de la nueva normativa para los sistemas de inteligencia artificial de propósito general.