Después de la noticia que salió a la luz hace unas semanas, Apple y Google se suman a la polémica sobre las transcripciones de las conversaciones privadas a través de sus asistentes virtuales. Los gigantes tecnológicos subcontratan a empresas que emplean a revisores que analizan conversaciones privadas de los usuarios, así como de las peticiones que le realizan al asistente. El motivo, según Apple y Google, es mejorar la calidad de sus servicios.
La política de privacidad de Apple informa a este respecto que «cuando un dispositivo recoge algún dato, Apple es transparente al respecto informando al usuario y los disocia del perfil del usuario». Google, por su parte, en un comunicado oficial sostiene que “los fragmentos de audio no se asocian con las cuentas de usuario como parte del proceso de revisión”.
Muchas de las críticas se han centrado en la falta de transparencia de ambas empresas, ya que los usuarios no son conscientes de qué se está realizando con sus conversaciones privadas.