Esta semana entrarán en vigor el Impuesto sobre las Transacciones Financieras (denominado, «Tobin» en honor al economista que lo ideó) y el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (conocido como tasa «Google»).
El Impuesto sobre las Transacciones Financieras grava con un 0,2% las operaciones de compraventa de acciones de empresas con un capital social superior a 1000 millones de euros que coticen en el mercado bursátil. Este impuesto espera recaudar unos 850 millones de euros anuales para las arcas públicas. El impuesto tiene por objeto apoyar el saneamiento del déficit público gravando, principalmente, a los grandes operadores de los mercados bursátiles. Sin embargo, este impuesto ha desatado serias dudas acerca de si conseguirá alcanzar su objetivo o supondrá la gestión de las grandes carteras desde el exterior y la consecuente penalización a los pequeños inversores.
Por su parte, la tasa Google grava con un 3% los ingresos de las tecnológicas que facturan más de 750 millones de euros anuales. El fundamento de este impuesto radica en aumentar la fiscalidad sobre las grandes multinacionales tecnológicas y los enormes beneficios que acostumbran a obtener estas empresas en mercados, como el español, en los que no tienen una sede demasiado relevante y, por lo tanto, a los que no aportan demasiados beneficios (tales como el empleo). Si bien es cierto que este impuesto tiene su origen en la Unión Europea, España ha sido el primer Estado miembro en implantarlo.
Este impuesto ha sido objeto de crítica por algunos economistas debido a que, por un lado, puede desencadenar en la huida de empresas de nuestra economía y, por otro, dificulta sustancialmente las oportunidades de atraer a estas grandes compañías a nuestro mercado, con los beneficios que eso podría suponer (véase el caso de Irlanda).
Por otro lado, ha sido criticado desde diversos ámbitos empresariales, fundamentalmente exportadores, pues entrará en vigor en un momento trascendental en la negociación con los Estados Unidos de cara a poner fin a los aranceles a la importación, que afectan a sectores importantes de nuestra economía.
En cualquier caso, para conocer los efectos de estas tasas habrá que estar a los resultados que arroje su liquidación, que tendrá lugar en los meses mayo (Tobin) y julio (Google).